Es importante acudir al psicólogo cuando detectamos problemas que hacen que no podamos seguir con nuestra vida cotidiana de una manera normal y funcional.

Cuanto antes detectemos las dificultades de nuestro día a día, antes conseguiremos a afrontarlas y superarlas.

¿En qué podemos ayudarte?

Podemos detectar problemas con: el sueño, la aceptación de órdenes, respeto hacia las normas, regulación de las emociones y sentimientos, conducta autónoma, rendimiento escolar, caprichos, relación familiar, cambios de humor repentinos, aislamiento…

Áreas de trabajo

PROBLEMAS DE CONDUCTA

Los niños/as pueden presentar conductas molestas y disruptivas sin que afecten de forma grave a sus vidas. Sin embargo, cuando un niño/a manifiesta este comportamiento de forma frecuente y persistente, sí puede suponer para el niño problemas y dificultades en su adaptación en el medio escolar, familiar y social, pudiendo afectar su desarrollo psicológico.

Los problemas de conducta hacen referencia la agresividad, impulsividad, ira, déficit de habilidades sociales, baja empatía, timidez, sumisión y por otro lado, desobediencia, rabietas, no aceptación de límites, faltas de respeto a las personas de su entorno, etc.

HABILIDADES SOCIALES

Las definimos como el conjunto de capacidades para emitir conductas eficaces en situaciones interpersonales con la finalidad de obtener respuestas gratificantes de los demás. Se trata de un concepto que engloba destrezas específicas aplicables a diferentes situaciones de intercambio social.

ORIENTACION FAMILIAR

Mediante la orientación familiar fortaleceremos las capacidades y los vínculos que unen a los miembros de un sistema familiar, con la finalidad de que estas resulten sanas, eficaces y capaces de promover el crecimiento personal de cada uno de los miembros de la familia y sus lazos afectivos y emocionales.

AUTO CONCEPTO

El auto-concepto es el conjunto de características (estéticas, físicas, afectivas etc.) que sirven para definir la imagen del “yo”. Cómo nos describimos nosotros mismos. Al contrario de la autoestima que hace referencia a nuestra manera de valorarnos.

Metodología

La intervención la trabajamos desde la perspectiva cognitivo-conductual. La terapia cognitivo-conductual se focaliza en el presente y en el funcionamiento actual de la persona. Por lo que se trabaja de una forma directa sobre el estado cognitivo y conductual. Nos centramos en la persona, en sus características y sus habilidades.

El procedimiento se basa en cuatro fases:

1.- Primera toma de contacto

En esta primera fase, realizamos la entrevista con los padres, recogemos información con los niños/as y adolescentes, y realizamos una observación conductual…

2.- Hipótesis explicativa de lo que ocurre

Este momento es importante ya que a través de la recogida de datos que hemos hecho, damos respuesta a cómo se originó dicha situación y cómo se mantiene.

3.- Intervención

En esta fase, dotamos a las familias, niños/as y adolescentes de recursos, herramientas y habilidades para afrontar los conflictos y modificar la situación problemática.  Siempre con el acompañamiento del psicólogo pero teniendo por parte de la persona interesada un papel muy activo.

4.- Seguimiento

En la última fase, consolidamos los cambios y mejoras. En este momento, comenzamos una fase de seguimiento en la que nos aseguramos de que los cambios que han tenido lugar en los niños/as, adolescentes y sus familias, se mantienen y cristalizan.